Lo que debes saber del Impacto en la Productividad relacionado a una Inversión de TI

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– por Juan Seoane, 17 de agosto de 2022.

Como responsable de tecnología, de un producto, o de una iniciativa digital, ¿alguna vez te viste en dificultades a la hora de comprobar la mejora en la productividad generada por una inversión en TI? ¿o bien, te sucedió que dicha mejora se percibe como insuficiente en relación a la inversión realizada?

Esta es una situación bastante común que se conoce como la Paradoja de la Productividad. Fue el premio Nobel de economía Robert Solow, quien en el año 1987 y a partir de una comparación entre las inversiones de capital en tecnología y el PIB, dijo que:

“La era del ordenador puede verse por todos lados menos en las estadísticas de productividad.”

Luego, los economistas popularizaron esta frase como la Paradoja de Solow.

Lo concreto es que el gasto en TI de las últimas décadas se multiplicó a escalas de decenas de veces más grandes que el PIB global. Sin embargo, no he conocido a ningún CEO, CTO o CIO que esté planeando detener todas las inversiones en tecnología. Es algo que sonaría contra intuitivo. ¿Pero entonces por qué se da esta contradicción?

Esta paradoja, que resulta al menos controvertida, ha sido objeto de varios estudios que atribuyen este efecto a alguno de los siguientes motivos, o a la combinación de ellos:

  • El indicador del PIB es acotado y no tiene en cuenta otros beneficios, como por ejemplo el factor emocional. ¿A quién no le encanta la ubicuidad que nos da internet para comunicarnos con nuestros familiares cuando estamos lejos de casa?
  • Algunos economistas afirman que el PIB es un indicador de productividad a nivel macro, mientras que las inversiones en tecnología se hacen a nivel micro.
  • Hay un desfasaje entre el momento en el que se hace la inversión y el momento en el que se materializa el beneficio. Esto se debe a que se requiere de un tiempo para que la mejora se cristalice y redunde en un beneficio que se pueda percibir. Para quienes hayan liderado proyectos grandes, seguramente entenderán rápidamente este punto.
  • Hay otros factores que neutralizan el impacto positivo de la inversión, por ejemplo, el incremento en la complejidad de lo que queremos resolver. Basta tan sólo con observar cómo durante los últimos 15 años los teléfonos celulares han incorporado cada vez mayor funcionalidad para brindar funcionalidades de GPS, cámara de fotos, reproductor de audio y video, agenda, email, etc.
  • Por otro lado, sabemos que existe un alto porcentaje de proyectos de TI (aproximadamente un 50%) que fracasan en el intento y nunca llegan a entregar los resultados esperados a expensas de los costos incurridos.

La Paradoja de Solow no refuta el impacto positivo de la tecnología. Señala que parte de este impacto está relacionado con la no productividad, que puede retrasarse en el tiempo y que está contrarrestado por el impacto negativo de una mayor complejidad en las empresas o negocios actuales.

Ahora bien, hay muchos estudios relacionados con este tema y los resultados pueden variar de acuerdo a la industria y naturaleza de la empresa. A nivel general, algunos estudios de BCG concluyen que:

  • En las empresas se ve una correlación positiva entre las inversiones en tecnología y el margen bruto.
  • Las empresas de alto rendimiento tienden a tener una mayor intensidad tecnológica en comparación con el promedio de la industria.
  • Los líderes en adopción de tecnología superan a los rezagados en un 13 % en el crecimiento de los ingresos anuales en los mercados desarrollados y en un 15% en los mercados emergentes.

Por otro lado, un estudio de HBR de la industria de servicios financieros nos muestra que los líderes digitales superan a los rezagados digitales en cuanto a lealtad del cliente y crecimiento de los ingresos. Esto también es válido para las pequeñas y medianas empresas.

Entonces, ante la evidencia de lo empírico, nos volvemos a enfrentar con el desafío de racionalizar las inversiones en tecnología.

A la luz de lo mencionando anteriormente, te dejo algunas consideraciones y preguntas que deberías formularte a la hora de analizar la inversión en un proyecto de tecnología para asegurarte que estás creando valor económico para tu empresa:

  • ¿Cuánto tiempo real tardará finalmente en materializarse el beneficio que esperas obtener? Ten en cuenta que el ciclo de vida de un nuevo producto sigue el patrón de una curva en forma de “S”, lo que implica que los beneficios máximos no se obtienen desde un comienzo. ¿El directorio de la empresa está dispuesto a esperar ese tiempo?
  • Si estoy comparando contra un sistema legado, ¿el nuevo sistema tiene mayor cantidad de funcionalidades o resuelve una complejidad más grande? ¿Cuál fue la inversión en el sistema legado?
  • ¿Qué otros beneficios sociales o emocionales se podrían obtener con el proyecto, producto o servicio? ¿Tienes forma de ponerlos en valor?
  • ¿Has considerado en tu cálculo el tiempo que demanda la curva de aprendizaje en términos de adopción de la nueva tecnología?
  • ¿Cuál es el costo oportunidad si no se hace la inversión?

Como conclusión, creo que la tarea de calcular o medir el impacto en la productividad versus la inversión en tecnología, se parece más a un arte que a una ciencia.

Espero que este artículo te dispare los pensamientos críticos necesarios para que la próxima vez que te enfrentes a la desafiante tarea de armar un caso de negocios cuentes con más información y más herramientas para tomar mejores decisiones.

Contáctate conmigo si necesitas ayuda para analizar alternativas para tu negocio o simplemente te interesa discutir sobre este tema.

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